Ahora que está de moda decir que el Real Madrid de Ancelotti
se parece al Barça de Guardiola, vamos a desmontar esa teoría patética de los “expertos”
de la prensa, que otra vez ha quedado retratados. De hecho vamos a desmontar
hasta al Barça de Guardiola, un engaño del cual han vivido muchos años. Vamos
por partes, como siempre.
Primero, el Barça nunca fue el tiki taka de Brasil, por
mucho que hayan querido engañarnos desde esa prensa tan “experta”. El tiki taka
de Brasil eran paredes, toques rápidos, llegadas brutales al toque. Nunca
fueron gilitoques abajo con el portero, abusando y secuestrando el balón.
Brasil te lo mostraba y te lo hacía desaparecer entre la rapidez de combinaciones.
Pero nunca hacia atrás más de lo necesario. Lo más parecido a ese juego lo
vimos con la Selección española de Luis Aragonés y esa Eurocopa ganada. Ni la
selección de Del Bosque ni el Barça de Guardiola jugaban a lo mismo.
El Barça de Guardiola, y la Selección de Del Bosque por
añadidura, jugaban al tiki atraka, o al tiki tiki y poco taka. Miles de toques
abajo, sobadas de balón sin peligro alguno, un secuestro de balón que provocaba
que hasta los propios aficionados cules vieran con más emoción al Madrid que a
su propio equipo. Se abundaba del pase, del pase horizontal, del pase sin
peligro de un lado a otro mareando la perdiz. Secuestrando el balón hasta el
abuso, sin permitir que el rival lo tuviera un mínimo de tiempo para que
pudieran tener peligro. Y con la ayuda arbitral, un jugar con red que favorecía
su juego. Cuando el Barça perdía el balón, se le permitían muchas faltas
tácticas sin recibir amarillas y provocaba que pudieran siempre salvaguardar su
portería hasta en las pocas ocasiones que tuviera el rival. Si a eso añadías
que en momentos cruciales tuvieran ayudas arbitrales, dabas con un equipo que ganó
mucho. Luego los expertos ensalzaron aquel juego, dejando al resto de formas de
jugar como herejes o “no es futbol”.
Y ahora viene el Real Madrid de Ancelotti, que no es ese “futbol”
de Guardiola, tampoco el Brasil del tiki taka ni la Selección de Aragonés. Es
otra cosa. Es futbol en estado puro, sin dejar nada. Este Madrid no secuestra
el balón, lo dignifica. Permite al rival jugar en buena lid e incluso
arrebatarle el balón. Todos, desde el portero, los laterales, desean llegar
cuanto antes hasta la portería rival, pero sin perder la pelota. Lo hacen a
veces con toques rápidos, cuando se puede, y otras con elaboradas jugadas. Pero
nunca mareando la perdiz y dejando sin jugar el balón al otro equipo. Te
permite que hagas contras, que puedas intentar tus jugadas, pero con el peligro
de que en 10 segundos se planten en tu área y te machaquen. Porque el Madrid te
puede marcar en esos 10 segundos en una contra, o puede elaborar jugadas; tiene
todos los registros que se pueden tener para marcar un gol. Te puede marcar a
balón parado, y marca muchos goles. Y este juego se basa en un centro del campo
que no soba el balón más de lo necesario, que juegan para deleite del
espectador, tanto suyo como del contrario. Sin perder un solo balón, donde
todos sus futbolistas encadenan porcentajes de acierto de pases superiores al
90% (algo que en el Barça de Guardiola solo llegaba Xavi y sus pases de 5
metros).
Se llenaban la boca con que solo existía el futbol de
Guardiola y te das cuenta ahora de que en realidad “ese futbol” era una mínima
expresión del FOOTBALL. Se reducía a pases y pases hasta marcar un gol, sin
todos los recursos que existen en este bello deporte. Ahora podemos afirmar sin
miedo a ser rebatidos de que estaban equivocados.
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