La alineación inicial fue prácticamente la habitual, con la
BBC, James, Modric y Kroos, salvo Coentrao y Arbeloa de laterales. Los demás
son los que ganaron la Supercopa de Europa, perdieron la de España y perdieron
en Anoeta. No hubo cambios importantes, aunque Ancelotti los prometiera. En
fases del partido pudimos ver un 4 3 3 y en otra un 4 4 2 (los mejores momentos
del Madrid) donde Cristiano se puso de delantero por la derecha y Bale a su
costado en banda. El ataque en esos momentos pasó siempre por esa banda,
desapareciendo James y Benzema. Pero duró poco, se empató y se diluyó todo el
peligro. Cristiano fue el único jugador desbordante del Madrid, el único que lo
intentó y consiguió poner peligro. El solo se guisó el penalti que provocó, desbordando con facilidad a Siqueira y luego ejecutándolo magistralmente.
Según la prensa el portero no ha tenido culpa en ninguno de
los goles encajados en esta liga. Según un sector del madridismo, Casillas ha
tenido culpa de todos los goles encajados. ¿La verdad? Que estamos ante un
portero inseguro, un portero que en vacaciones llegó pasado de peso, que no ha
mejorado sus puntos débiles y sus puntos fuertes van cayendo con la edad. Es
ley de vida, no debería dramatizarse, pero la prensa y el presidente Florentino
han querido que siguiera hasta el final y su final va a ser dramático. Es lo
que ocurre cuando no sabes retirarte a tiempo, que terminar retirándote y
perdiendo cualquier cariño que te tuvieran.
El primer gol es culpa de la defensa al primer palo. Viendo
que el Atleti apuesta por ese tipo de centro debes ensayarlo y prepararte para
ello. Todos parecen seguir la marca e incluso defender con entusiasmo, todos
menos uno. Benzema se queda parado cuando la primera línea de defensa sale a
tapar. Al superar el balón a estos, Thiago recibe solo y remata a placer. Las imágenes
tampoco dejan lugar a dudas, presentándonos a un Casillas parado y con el
rostro asustado.
El segundo gol la defensa se coloca en línea, Coentrao está
demasiado pegado al central y tarda en salir a cubrir el pase a banda. Ramos ni
se percata que su marca es Arda Turan que recibe solo. Entre Ramos y el
mediocentro defensivo (Kroos-Modric) hay 15 metros. Gol fácil.
No hubo goles por pillar la espalda a la defensa, en eso
Coentrao y Arbeloa y los centrales Pepe y Ramos estuvieron acertados, pero es
que tampoco el Atleti los puso en mucho esfuerzo.
La intensidad es un tema muy hablado. Los del Atleti la
defienden, piensan que el Madrid aplicaba igual en tiempos de Mou y es parte
del juego, que el árbitro es quién pone el límite. El madridismo se queja de
esa dureza, de que el árbitro permite su juego duro. A mí lo que más me
preocupa es que veo al Atleti intenso, decidido a ganar el partido y al Madrid
pensando que tarde o temprano ganará el partido por calidad. Otra cosa es que
el árbitro terminara sacando las mismas amarillas a ambos equipos, eso es de
mal arbitraje por parte de Mateu. El Madrid de Mou terminaba siempre con un
expulsado y cargadito de tarjetas. Esa suerte tiene el Atlético.
El doble pivote Kroos-Modric, sin que haya uno de ellos
elegido específicamente para sacar el balón desde atrás jugado, consigue un
cierto descontrol a la hora de elaborar un ataque rápido y contundente. Ambos están
abiertos y son fáciles de defender por parte del doble pivote atlético. Se nota
la falta de Xabi, o un 5. Ambos jugadores son interiores y falta ese eslabón
que los una con la defensa.
Por último dejo en evidencia algo que ya ocurría el año
pasado y que provocó que no se ganara la Liga. El Madrid no tiene un ataque
elaborado, un juego que parezca preparado. Es un equipo anárquico y sigue siéndolo.
Se ganaron la Copa y la Champion por el gran potencial de plantilla, por
jugadores de extraordinaria zancada y calidad. Contra el Atleti pudimos ver que
ante equipos cerrados todo esto queda aun más patente, que sin metros para
correr faltan jugadores que desborden. Si vendes a Di María, necesitas
reemplazarlo.
Firmado: @LosSublimes
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